SANTA FE — Ni el Día del Padre ni dos fines de semana largos alcanzaron para encender el termómetro de ventas en la ciudad. Según el informe de junio difundido por el Centro Comercial de Santa Fe, la actividad del sector mostró una leve mejora en términos nominales, pero siguió muy por debajo del umbral inflacionario. Solo un 19 % de los negocios relevados logró superar la referencia del índice de precios al consumidor, mientras que el 81 % restante quedó por debajo, aún en fechas que históricamente eran consideradas “reactivadoras”.
El informe, que se elabora mensualmente a partir de encuestas a comerciantes locales, revela que el sector continúa operando en una lógica de resistencia más que de expansión. “Sólo haciendo muchas promociones se logran mantener niveles aceptables de ventas”, expresó uno de los encuestados. Otro fue más directo: “El clima no ayudó. Hubo una ola de frío polar”. Las frases, simples pero reveladoras, reflejan una percepción generalizada: el consumo sigue estancado, incluso en momentos donde se esperaba un repunte.
Promociones, descuentos y la trampa del movimiento aparente
El Día del Padre suele ser una de las fechas clave para rubros como indumentaria, perfumería, electrónica y artículos del hogar. Este año, sin embargo, no logró traccionar como se esperaba. La caída del poder adquisitivo, combinada con el uso intensivo de promociones y cuotas sin interés, generó un fenómeno ya habitual en el comercio minorista: se vende, pero se gana poco. Se factura, pero se descuenta demasiado.
La inflación acumulada en los últimos doce meses, estimada en torno al 43,5 %, funcionó como referencia para medir el rendimiento. La mayoría de los comercios consultados no logró alcanzar ese umbral. En términos reales, entonces, las ventas retrocedieron.
“Lo que se observa es una distancia persistente entre lo que se vende y lo que realmente se gana”, explicaron desde el Centro Comercial. En otras palabras, la rotación de productos no se traduce necesariamente en rentabilidad. Para sostener el flujo de clientes, los comerciantes deben apelar a descuentos agresivos, múltiples plataformas de pago y estrategias de visibilidad que muchas veces no cubren los costos operativos.
Frío en la calle, frío en la caja
El mes de junio estuvo marcado por condiciones climáticas adversas, con jornadas consecutivas de frío extremo que afectaron la circulación peatonal en las zonas comerciales a cielo abierto. “La ciudad tuvo durante varias semanas temperaturas mínimas por debajo de los 3 grados”, recordaron desde el sector.
Este factor, aunque externo, acentuó un comportamiento de consumo cauteloso que ya venía instalándose desde fines del verano. Las compras planificadas, los tickets bajos y la postergación de gastos no esenciales son ya patrones extendidos en la conducta de los consumidores.
Además, el efecto psicológico de las crisis recurrentes vuelve a instalarse: aún cuando hay promociones disponibles, muchos clientes prefieren no endeudarse.
El pulso del comercio santafesino
El relevamiento del Centro Comercial permite una lectura directa: el comercio en Santa Fe sigue sin encontrar piso. La mejora nominal es insuficiente frente a una inflación que recorta márgenes. Las fechas especiales no logran el impacto esperado. Y la lógica de las promociones constantes termina funcionando como salvavidas, no como motor.
En la calle, en los mostradores y detrás de cada ticket, la pregunta que flota es una sola: ¿cuándo volverá el consumo real?