Con un comunicado escueto pero contundente, YPF informó que desde la medianoche de este domingo se aplicará un nuevo aumento del 2,5% promedio en los precios de nafta y gasoil en todo el país. La medida rige también para las estaciones de servicio de Santa Fe y llega apenas 19 días después del último ajuste, registrado el 1° de julio.
La decisión se enmarca en lo que la empresa define como una “nueva política de precios dinámicos”, un modelo que deja atrás los incrementos uniformes y anticipados para pasar a una lógica de ajustes por franjas horarias, regiones y comportamiento del mercado.
El combustible como termómetro económico
Según el comunicado oficial, el aumento responde al seguimiento constante de “las principales variables que impactan en los costos de producción”, en particular el precio internacional del crudo. La petrolera explicó además que el nuevo esquema le permitirá aplicar “microajustes” adicionales si las condiciones de oferta y demanda lo exigen.
Para eso, la compañía activó un Centro de Monitoreo en Tiempo Real (RTIC), recientemente inaugurado, que centraliza los datos de la red de estaciones y habilita decisiones comerciales en tiempo casi inmediato. “Esta nueva dinámica optimiza las decisiones comerciales de la compañía”, señalaron.
Aunque hasta el momento no hay confirmación oficial de otras petroleras, se espera que Shell, Axion y Puma Energy repliquen el aumento en las próximas horas, como suele ocurrir cada vez que YPF mueve sus precios de referencia.
Impacto directo y acumulado
Con este nuevo incremento, los combustibles acumulan una suba de más del 50% en lo que va del año, sin contar los ajustes pendientes por actualizaciones impositivas y tipo de cambio. Para los usuarios particulares, representa otro golpe al bolsillo; para los transportistas y sectores productivos, un componente más en la cadena de costos.
En Santa Fe, donde la logística es vital para el funcionamiento de los sectores agropecuarios e industriales, cada variación en el surtidor tiene efecto inmediato en la economía regional. La implementación de precios dinámicos, si bien busca eficiencia desde el punto de vista corporativo, suma incertidumbre para consumidores que ya no pueden anticipar cuánto costará llenar el tanque la semana siguiente.
Un cambio de paradigma
El nuevo modelo de ajustes por parte de YPF marca un cambio de lógica en el mercado de los combustibles en Argentina. Ya no se trata de aumentos mensuales o trimestrales acordados con el Estado, sino de una formulación comercial activa, que sigue la volatilidad del mercado.
Lo que para la compañía es “optimización”, para los consumidores puede convertirse en desorientación tarifaria, especialmente en un contexto económico donde los ingresos no logran acompañar el ritmo de los aumentos.
La noticia no sorprende, pero impacta. Y confirma que en la Argentina de 2025, el surtidor volvió a ser una postal semanal del ajuste.