La industria pyme no logra salir de la recesión. La última Encuesta Coyuntural de la Fundación Observatorio PyME, realizada sobre más de 400 empresas, muestra un cuadro persistente: 70% de las firmas mantuvo su producción estable o en baja en el último trimestre, con un retroceso promedio de 1,3% interanual. El PMI sectorial volvió a ubicarse por debajo de 50 puntos por tercer trimestre consecutivo, señal de actividad en contracción.
La demanda floja aparece al tope de las preocupaciones: 68% de las compañías identifica la caída de ventas como su principal problema. Un tercio reportó disminución efectiva de ingresos. En paralelo, la relación entre costos y precios se desacomodó: los costos unitarios subieron 33% interanual frente a un incremento de 27% en ventas nominales. Mientras 74% registró aumentos de costos, apenas 35% pudo trasladarlos a precios.
En ese contexto, las estrategias defensivas ganan terreno. El 67% de las pymes declaró estar enfocada en reducir gastos, lo que incluye recortes de personal y sustitución de insumos locales por importados allí donde el costo lo impone. El empleo volvió a ser variable de ajuste: el plantel ocupado cayó 4,7% interanual y suma nueve trimestres consecutivos en baja. En el último período, 25% de las firmas achicó su dotación; en “Textiles y Calzado”, el 40% despidió trabajadores.
La apertura importadora aparece como otro factor de presión. El 45% de las empresas se siente amenazado por productos externos y 33% ya perdió participación en su mercado. Según el relevamiento, China concentra el mayor foco de competencia para las firmas afectadas. También se registran denuncias por competencia desleal (45%), incumplimientos de normas técnicas (35%) e ingreso de contrabando (17%).
Con señales de demanda debilitada, márgenes comprimidos y presión importadora en alza, el mapa pyme queda marcado por la cautela: producción contenida, inversión en pausa y un empleo que todavía no encuentra piso.