Una confusión en una llave de paso provocó una explosión en una rotisería de la capital provincial y dejó heridas leves a varias personas, entre ellas el propietario y sus empleados. El hecho, ocurrido el viernes por la tarde, generó alarma en el barrio y reavivó la preocupación por las instalaciones de gas no supervisadas por personal matriculado.
Según relató el dueño del local, Iván, el estallido se produjo mientras probaban una nueva cañería. “Nos equivocamos con la llave de paso —explicó en declaraciones radiales—. Pensamos que el problema era del horno, pero estábamos liberando gas por otro caño.” El gas acumulado fue absorbido por los extractores y se encendió al contacto con una cocina que permanecía encendida.
El fuego alcanzó principalmente las piernas de los trabajadores. “A todos nos dio en las piernas. Yo estaba de frente, me alcanzó más arriba, me cubrí la cara, salí quemado, pero los vecinos me ayudaron enseguida”, contó el comerciante. Todos los afectados fueron atendidos y dados de alta durante el fin de semana.
Uno de los episodios más conmovedores fue el relato sobre sus hijos, que se salvaron de milagro: “Ocho segundos antes de la explosión entraron al dormitorio. Gracias a Dios, estamos todos bien y sanando.”
Aunque el siniestro no provocó daños estructurales graves, el episodio volvió a poner en debate la seguridad doméstica y comercial ante nuevas conexiones. Desde el sector gasista recordaron la necesidad de verificar cada instalación y acudir siempre a técnicos matriculados, especialmente al habilitar equipos o cañerías nuevas.