El ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, confirmó que el gobierno provincial incorporará 200 nuevas pistolas Taser durante 2026, que se sumarán a las 100 ya operativas en distintas unidades de la Policía de Santa Fe. La decisión se toma tras los primeros resultados positivos de su implementación y forma parte de la política oficial de modernización de equipamiento y entrenamiento de las fuerzas.
“Ya está cerrado con el gobernador y estudiado presupuestariamente”, señaló Cococcioni en diálogo con AIRE. “El año que viene vamos a comprar 200 pistolas Taser más para la provincia de Santa Fe”. Actualmente, el programa de despliegue abarca cinco puntos focales y acumula tres intervenciones concretas, todas con resolución exitosa y sin heridos.
Según el ministro, los casos en los que se aplicó el dispositivo “evitaron desenlaces graves”. Las armas electrónicas, que inmovilizan mediante descargas de baja intensidad, permitieron neutralizar agresiones sin uso de fuego real, en contextos donde los agentes enfrentaban personas fuera de control o con riesgo de autolesión.
“Es una herramienta formidable en lo práctico porque resuelve el problema —dijo Cococcioni—. En lo ideológico puede gustar más o menos, pero la decisión está tomada: estamos a favor, como ocurre en las policías de los principales países del mundo.”
Las pistolas Taser comenzaron a usarse en la provincia en 2025, tras un proceso de capacitación específico y la elaboración de protocolos de actuación supervisados por el Ministerio de Seguridad. Los primeros operativos se realizaron en Rosario y Santa Fe, y derivaron en evaluaciones internas que respaldaron la ampliación del programa.
El anuncio coincide con el avance en la construcción de la primera Estación Policial de Rosario, presentada esta semana, y con la reestructuración de la formación policial, que busca incorporar tecnologías intermedias entre la persuasión y el uso letal de la fuerza.
La expansión del equipamiento abre además un nuevo debate sobre los límites y alcances del uso de armas no letales, en un contexto de aumento de episodios violentos y de revisión del sistema de seguridad pública provincial.