El importante crecimiento inmobiliario experimentado en los últimos años, sumado a la posible radicación de empresas -debido a las ventajas de conexión que tiene la Autovía 19-, motivó a sus funcionarios a presentar un programa de planeamiento urbano.
Tras el gran crecimiento demográfico experimentando en los últimos tiempos, debido a las ventajas de cercanía con la capital provincial, pero principalmente por la tranquilidad que ofrece Colonia San José, funcionarios comunales comenzaron a trabajo en un plan de ordenamiento territorial que permita un mejor desarrollo urbano.
En este sentido Luis Chatelain, presidente comunal de Colonia San José, explicó que el importante crecimiento territorial traer diferentes desafío y para ello el Ejecutivo local se está preparando. “Ya contamos con arquitectos, junto a un equipo de trabajo para estas cosas. No solo por los loteos que estamos llevado a cabo desde la comuna, sino también por el programa de desarrollo urbano que hemos presentado al gobierno provincial”.
Chatelain agregó que este programa de desarrollo plantea hacia donde crecerá el sector de countrys, el loteo residencial y la futura área industrial de la colonia. “Las industrias eligen con buen tino la Autovía N° 19 para radicarse dado el potencial que este sector tiene. Ante ello se optó la parte del lado sur de la Autovía -unas 300 hectáreas- para la instalación de nuevas industrias”, puntualizó.
El Jefe Comunal manifestó que el proyecto está presentado en el Comité Interministerial de Ordenamiento Territorial (CIOT) del gobierno de la provincia para su aprobación. “Se hicieron un par de correcciones, se volvió a presentar y ahora está en estudio”, analizó.
Balance
Sobre este tema el Jefe Comunal precisó que el balance fue más positivo que el último año, donde la localidad padeció dos inundaciones en apenas 12 meses. “Para una comunidad como la de Colonia San José fue muy complicado. Se fueron cerrando tambos, generando un problema social porque esa gente se viene al pueblo”.
En el distrito en los últimos meses se han cerrado cinco tambos, y ahora hay apenas siete que subsisten como pueden ante el problema no solo climático sino también de costos y rentabilidad. “El precio de la leche es el principal problema, además de las inundaciones. En el caso de nuestra familia, un año y medio más vamos a probar, sino se compone nos pasamos a otra actividad. Es muy duro seguir así”.