Inventar una empresa constructora exitosa desde tan abajo como la nada con casi nada
Desde antes de nacer los Vivas aprendieron a soñar. Y a trabajar de manera irrenunciable por lo que se sueña. Inventar mediante el ingenio y la fortaleza de alma, una empresa que es un símbolo en la construcción en el departamento Las Colonias. Y lo hicieron desde la nada, con casi nada, en Grülty, un pueblo que por su geografía está «escondido» en el progresista departamento Las Colonias.
«Premoldeados Vivas» nació en el corazón y el deseo de Don Cosme Vivas allá por el año 1972, cuentan sus hijos Víctor, el más joven, que estudió y egresó de la Escuela de Educación Técnica Nº 455 «José de San Martín» hace algunos años ya, y del mayor, Enrique Vivas, que junto a su padre trabajó a sol y a heladas, en el descampado, en un «campito» prestado para forjar los cimientos de una empresa que se transformó en líder en toda la zona.
«No teníamos nada. Miro para atrás y me parece increíble. Y lo hago cuando pienso que crecemos muy lento, que me gustaría tener más, hacer más, pero cuando recuerdo, me lleno de satisfacción de saber que hemos llegado hasta acá con un enorme sacrificio e invirtiendo casi todo lo que ganamos» cuenta Enrique, el mayor, casado con la humbolense Leonor Emmert y quien está acompañado por su hijo Sebastián, que también es locutor, que está a su lado en el trabajo y la empresa.
«Sin internet, sin teléfono porque en el pueblo el teléfono vino gracias a la Cooperativa de teléfonos -Víctor es uno de los fundadores de la misma que significó un enorme progreso para el pueblo en la difícil etapa histórica de la nacional telefónica Entel- años después y además había uno solo en el pueblo y servía para llamar, en medio de la nada porque Grütly tiene una posición geográfica lejana a las rutas principales como son las provinciales Nº 70 y Nº 6, todo dependía del boca a boca» señala y enseguida surge la anécdota muy simpática que es la segunda venta que hizo la empresa en sus inicios cuando la familia trabajaba al aire libre en un terreno prestado.
«Mi padre venía en un colectivo desde Rafaela y a su lado se sentó un hombre. Charlaron de lo que hacía cada uno. Cuando mi padre le contó que hacía galpones y aguadas, el hombre le contó que él tenía un campo y que necesitaba que le construyeran dos galpones. Al ratito ya estaba hecha la venta y teníamos trabajo» dice con una sonrisa Enrique.
Su padre les contó que ese hombre de campo era de apellido Bonetti y que era de Humboldt, lo cual quedó gratamente en la memoria de la familia.
«La verdad es que todo se nos fue dando. Si algo nos benefició fue la publicidad boca a boca. La gente venía hasta Grütly porque veía las construcciones que hacíamos y nos pedían que les construyéramos galpones, aguadas y demás obras como las que veían en otros campos y empresas que estaban más a la vista en otras zonas de Las Colonias o en Departamentos vecinos o cercanos» señalan.
Indican en la charla mientras se recorre la empresa ubicada a la vera de la Ruta provincial 62 al norte de Humboldt y a unos pocos kilómetros de su cruce con Ruta Provincial Nº 70 que «hoy contamos con una página web que es www.premoldeadosvivas. com.ar y también contamos con tres teléfonos, con prefijo 03496- 492538 , 480137 y el tercero es 15549614» informan.
Hay un detalle interesante y es que en este año la empresa Premoldeados Vivas cumple 25 años desde ese quiebre histórico que permitió pasar a la fabricación de premoldeados de vibrocompresión.
«Siempre trabajamos, ganamos e invertimos. La vocación es siempre trabajar más, brindar mejores servicios. Estamos construyendo nuevos galpones, compramos galpones, herramienta pesada, tractor, grúas, puentes grúas, para poder dar un mayor y mejor servicio al cliente, porque en toda empresa de este tenor es muy importante.
Incluso cuando no podemos hacer todo el trabajo, nos unimos a otras empresas o tercerizamos.
Es muy importante para el cliente tener todo a mano de manera rápida y eficiente» apuntan.
Un detalle es significativo y regresando al tema de la vibrocompresión es que cuando se pasa a ese sistema, los moldes antiguos quedan olvidados y apilados en el galpón.
Hasta que llegó una institución intermedia que desde su sede en Santa Fe, construye viviendas para las familias humildes.
Sin dudas, esos moldes tan costosamente conseguidos a fuerza de sangre, sudor y lágrimas, tuvieron un destino más que solidario y humanitario, lo cual destaca la calidad humana de los Vivas.
«Hoy viene gente de todos lados, incluso desde Tostado o Reconquista -extremo norte de la provincia casi en el límite con el Chaco-; se trabaja con empresas de Esperanza, con muchas comunas de Las Colonias y de otros Departamentos en cuanto a los tubos de diferentes medidas e incluso con empresas importantes como La Ramada, Milkaut, la planta de AFA Humboldt, los Bomberos Voluntarios de Gálvez o como con el Club Sarmiento donde hicimos el cerco completo en la localidad de Sarmiento. Sólo por citar algunas obras que son visibles para mucha gente.
Podemos decir que nuestra expansión geográfica es de unos 150 km. a la redonda, aunque puntualmente podemos hacer obras y las hemos hecho en otros puntos de la provincia, y más si las mismas son en común con otras empresas importantes como con Mario Copes de la Empresa Río Salado de Esperanza» manifiestan.
Entre las numerosas obras que se pueden citar como construidas por los Vivas aparecen numerosos galpones en toda la región además de las aguadas para el ganado. Pero no queda allí porque también hacen cerramientos para empresas y clubes de importantes extensiones.
Se suma la edificación de tapiales y también construyen viviendas, además de tambos, todo con hormigón premoldeado, aunque no reniegan del uso del ladrillo si el cliente así lo prefiere.
Las tareas se completan asimismo con cámaras telefónicas como ya hay en la zona, cercos olímpicos y venden caños de alcantarillas para empresas ligadas al campo y al tambo, además de hacerlo con empresas que se vinculan a obras de movimiento de suelos y también una larga lista de comunas y municipios a quienes nutren de los caños de alcantarillas que también se hacen mediante el método de vibrocomprensión que tiene una resistencia enormemente superior al resto.
Lo bueno de esta empresa es que trabaja con stock, lo cual permite una rápida respuesta a las necesidades de los clientes, siempre pensando en el mejor servicio.
«Trabajamos para tener un nuevo galpón de importantes dimensiones. Invertimos mucho dinero del que ganamos con nuestro trabajo. La idea siempre es crecer, aun cuando no siempre tengamos el viento a favor. Porque somos agradecidos con quienes confían en nuestra empresa».