Santo Domingo (Enviados Especiales)- Muchos memoriosos la tienen presente. Fue una de las catástrofes de la aviación más recordadas de las acaecidas en la provincia de Santa Fe.
Ocurrió en campos de las afueras de la localidad de Santo Domingo y la gente con años, testigos de esa época, la tiene muy presente.
Luis «Cholo» Dayer es un creativo. Con su automóvil a energía eléctrica ha recorrido muchos kilómetros y obtuvo varios reconocimientos.
Amigo personal de Gastón Gori, solía ir a cazar liebres y perdices con el escritor e historiador, integrante de número de la Academia Argentina de Letras.
Pero su memoria prodigiosa esta vez es consultada acerca de la tragedia aérea «fue el 8 de julio a las 13,15 horas» dice con exactitud.
Hace 36 años todo el pueblo -de unos 1.800 habitantes hoy- y la colonia, se vio estremecido. «Fue impresionante, una catástrofe. Los dos aviones de guerra se rozaron las alas y cayeron sobre dos campos de vecinos.
Uno de los pilotos murió en el avión que quedó destrozado en el campo, el otro se alcanzó a tirar en paracaídas» cuenta. «La gente se trasladaba en cualquier cosa a los lugares. Sobre los campos estaban los pedazos de los aviones, era como si los habrían sembrado en pedacitos sobre la tierra.
Horas después fueron llegando las ambulancias, los policías y el personal especial e hicieron los estudios de lo que había pasado.
Los aviones habían sido comprados dos años antes en los Estados Unidos y salieron de la Base de Paraná Entre Ríos, e iban hacia Tucumán para participar de los festejos del 9 de Julio.
Yo encontré este medidor de nafta. Y lo guardé. No sé si todavía existen otros elementos que quedaran de esa terrible tragedia, que a nosotros nos pareció el fin del mundo. Lo que si veo es cómo hacen los norteamericanos sus aviones. Si uno se fija, el foquito del medidor de la nafta, no sólo que todavía está sano, sino que enciende. Eso muestra la calidad de los materiales que entonces se usaban en los aviones norteamericanos» dice como reconocimiento.
«Sin dudas que fue una historia impresionante. Nosotros, los que tenemos más años en el pueblo todavía lo comentamos cuando llega esta fecha patria.
Imagínese que cayeran dos aviones de guerra en Santo Domingo, no es cosa de todos los días y jamás lo podremos olvidar, porque realmente las imágenes todavía nos quedan grabadas en la memoria, porque fue una visión apocalíptica» asegura el «Cholo» Dayer.