Mientras el oficialismo y la oposición se trenzan en discusiones políticas sobre el reciente veto presidencial al aumento jubilatorio aprobado en el Congreso, Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, fue categórico en denunciar que esta disputa política omite lo esencial: la desesperante situación de los jubilados argentinos. «Mientras los políticos se ocupan en medir fuerzas legislativas, nuestros adultos mayores literalmente se mueren de hambre», afirmó con dureza.
La controversia gira alrededor del aumento jubilatorio recientemente aprobado por el Congreso, rechazado posteriormente por un veto presidencial. Ahora, la discusión está centrada en si se consiguen o no los votos necesarios para rechazar dicho veto, un escenario que Semino describió como un «nuevo período de confrontación política». Sin embargo, insistió en que estas discusiones institucionales no resolverán «el drama cotidiano y creciente de millones de adultos mayores».
Actualmente, el haber mínimo jubilatorio, considerando el último aumento mensual por inflación, llega apenas a los 384 mil pesos, una cifra insuficiente para cubrir las necesidades básicas. “Es urgente declarar una emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional para nuestros adultos mayores, porque la situación actual es insostenible”, señaló Semino con preocupación.
El defensor explicó que, aunque el Congreso consiga los dos tercios necesarios para revertir el veto presidencial, el Poder Ejecutivo ya adelantó que buscará judicializar la decisión. «En lugar de soluciones concretas, tendremos una batalla judicial interminable, y mientras tanto, los jubilados seguirán sin respuestas y sin poder subsistir dignamente», remarcó.
Pero Semino no se limitó a cuestionar la situación económica, sino que también denunció la gravísima crisis institucional que atraviesa el PAMI, la obra social más importante para los adultos mayores del país. Calificó la situación actual del organismo como “la peor de su historia”, agravada por la reciente polémica del interventor Esteban Leguizamo, cuyo nombramiento calificó como “inexplicable”.
El defensor recordó que Leguizamo estuvo involucrado previamente en denuncias por corrupción en la UGL 6, un hecho que salió a la luz tras una auditoría interna encargada por la propia administración Milei. Sin embargo, según Semino, el gobierno optó inexplicablemente por designarlo al frente de toda la institución y desvincular al auditor que reveló esas irregularidades. “Este es el grado de abandono y deterioro institucional que padece el PAMI hoy”, afirmó indignado.
Además, mencionó otro hecho gravísimo: el escándalo por la distribución de pañales de pésima calidad para adultos mayores, situación que empeoró la realidad cotidiana de miles de jubilados. “Es inaceptable que quienes necesitan más atención reciban este trato indigno, producto de una gestión ausente e indiferente”, subrayó.
Semino lamentó que la clase política argentina haya iniciado ya el camino electoral hacia octubre y parezca “haber olvidado por completo sus responsabilidades con quienes más necesitan respuestas urgentes y efectivas”. “Mientras los políticos están concentrados en sus candidaturas y disputas internas, los jubilados siguen enfrentando hambre y abandono. Esta situación debe cambiar ya”, sentenció.
El panorama que trazó Semino sobre la realidad de los adultos mayores en Argentina es claro y alarmante. Para el defensor de la Tercera Edad, mientras el gobierno nacional insista en desviar la atención hacia peleas políticas y maniobras institucionales, el drama real, el sufrimiento concreto de millones de argentinos mayores seguirá profundizándose peligrosamente.