El presidente Javier Milei buscó despejar las acusaciones que en los últimos días sacudieron a su espacio político. Respaldó a José Luis Espert, señalado por una investigación periodística como receptor de fondos de un fideicomiso vinculado a Federico “Fred” Machado, empresario detenido en Río Negro con pedido de extradición de Estados Unidos por narcotráfico y fraude. “Son chimentos de peluquería, operaciones para ensuciar”, afirmó en una entrevista televisiva, y comparó la situación con episodios similares en campañas pasadas.
El mandatario también defendió a su hermana Karina Milei tras la difusión de audios atribuidos al exfuncionario Diego Spagnuolo, donde se la acusaba de irregularidades en contrataciones. “Es ridículo”, dijo, al subrayar que la Agencia Nacional de Discapacidad ya no depende de la Secretaría General desde el inicio de su gestión. Reafirmó su confianza en Karina, en Martín Menem y en Lule Menem, y negó diferencias con el asesor Santiago Caputo: “El Triángulo de Hierro no se rompe”.
En el terreno económico, Milei reconoció que la actividad se desaceleró en el segundo semestre, aunque responsabilizó a la oposición por lo que describió como un esquema de bloqueo desde el Congreso. “La economía venía creciendo con fuerza, pero decidieron romper todo”, sostuvo.
El Presidente también rechazó versiones sobre presiones de Estados Unidos para abandonar el swap con China. Tras su visita a Nueva York, aseguró que la administración de Donald Trump le ofreció apoyo financiero, incluida la posibilidad de un swap por 20.000 millones de dólares, compra de deuda en el mercado secundario y financiamiento directo.
Milei cerró su intervención denunciando lo que considera una estrategia del kirchnerismo: denuncias, escraches y “ruido electoral” en medio de la campaña. Frente a ese escenario, reafirmó que su fuerza política “va a ganar en octubre” y que la oposición “solo busca el poder, no soluciones para el país”.
