La pelea en el peronismo
El bloque del Frente Para la Victoria concurrió casi en pleno. No fueron Gioja ni el misionero Closs.
En otro paso de su intención de recuperar protagonismo político, Cristina Kirchner reunió a la mayoría de los diputados del Frente para la Victoria en el edificio en el que lanzó el Instituto Patria, a dos cuadras del Congreso. Fue en la jornada siguiente a su reaparición pública en los tribunales de Comodoro Py, donde fue citada a declarar por la causa por la venta del dólar futuro y luego habló ante los militantes. La ex presidenta retomó ayer las líneas principales de ese discurso, cuestionó con dureza al Gobierno de Mauricio Macri, pronosticó una “recesión y una crisis profunda” y dio instrucciones de articular con organizaciones de la sociedad civil, en un entramado territorial –el llamado “frente ciudadano”- que exceda al peronismo, el partido que excluyó al kirchnerismo duro de su próxima conducción.
Cristina pidió a los diputados “salir a la calle”, “compromiso para contener, representar, construir” y articular el rol legislativo con el trabajo territorial. “La tarea es reinterpretar esta nueva realidad y articular con cooperativas, asociaciones vecinales, gremiales, cámaras empresariales, intendentes y otros dirigentes políticos”, bajó como mensaje en el final de una reunión que se extendió más de tres horas y media. “Está organizando el espacio político que interviene en el Frente para la Victoria y el peronismo, con la intención de ampliar la participación y construir un vínculo directo sin referencias partidarias”, fue una interpretación coincidente entre los que la escucharon.
Cristina llegó en un Chevrolet Prisma blanco poco antes de las 18 al edificio de la calle Rodríguez Peña, con su entrada ya vallada por integrantes de La Cámpora. La esperaba la gran mayoría del bloque del FPV: asistieron 71 de los 81 diputados. También Oscar Parrilli, Teresa Parodi y los intendentes Patricio Mussi (Berazategui) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). Entre los legisladores, los ex gobernadores José Luis Gioja y Maurice Closs marcaron las ausencias más notorias. También faltó Máximo Kirchner, algo que supuestamente llamó la atención de la propia ex presidenta: en un momento preguntó si estaba. De cualquier modo, el salón colmado en la planta baja implicó el alineamiento de casi todo el bloque de diputados. Por eso arrancó con ese sector: en los próximos días convocaría a los senadores, un escenario más difuso y adverso en cuanto a su influencia.
Por pedido de Cristina, en las primeras dos horas y media los diputados, uno por provincia, expusieron sobre los principales problemas de sus regiones: hablaron de despidos, inflación, parate de la obra pública, situaciones críticas de Pymes y economías regionales, caída de programas e inversión social y las inundaciones de Santa Fe y Entre Ríos. Ella escuchaba, anotaba, hacía alguna pregunta. Ya en ese momento quedó en evidencia su intención de evitar que la reunión se disparara hacia la interna del peronismo. “Mi posición no es discutir eso ni la posición de los gobernadores o tal legislador”, transmitió, aunque en otro momento marcó: “Nosotros somos oposición. La gobernabilidad es responsabilidad principal del gobierno que fue elegido”. En su cierre, de casi una hora, aseguró que en los próximos meses “las dificultades económicas serán más importantes”, advirtió sobre el flujo de dinero del sistema productivo al financiero y pronosticó que habrá más devaluación, “recesión y una crisis profunda”. Con conceptos similares a su discurso en Comodoro Py, consideró la política del Gobierno “una receta que ya fracasó, pero ellos están convencidos”. También apuntó: “Ni la Alianza hizo esto en los primeros 120 días y recibió un país mucho más crítico”.
Acaso en la única coincidencia con Macri, desestimó el proyecto para prohibir despidos: “Con la ley sola no alcanza, hacen falta políticas activas por parte del Estado”. El Presidente había dicho algo similar ante los sindicalistas, el miércoles. En un momento aseguró sentirse “angustiada y con una gran preocupación”. Y al trazar el panorama sombrío para los próximos meses pidió al espacio “ser la válvula de escape del sistema, la contención social” con la construcción del “frente ciudadano”.
