Qué pasó. Javier Milei aterrizó en Sauce Viejo a media mañana con agenda de caminata por la peatonal San Martín, pero el operativo se reconfiguró tras incidentes con manifestantes: hubo empujones, lanzamiento de huevos y tensión con fuerzas de seguridad. La caminata se canceló y el Presidente dejó la ciudad antes de lo previsto.
Dónde se tensó la escena. La mayor fricción se dio en el microcentro y la zona del puerto. Medios locales registraron el desmantelamiento de un gazebo libertario y pancartas con “Milei, persona no grata”, además de cruces con la policía.
Detenidos y cambio de logística. La cobertura provincial informó detenciones (al menos cinco, según El Litoral) y una modificación de último momento: saludo breve a militantes en el hotel y salida inmediata hacia Entre Ríos.
Quiénes estaban y por qué importaba esta escala. El tramo santafesino buscaba respaldar a las candidaturas locales de La Libertad Avanza, con el nombre de Agustín Pellegrini en primer plano, y proyectar presencia territorial rumbo al 26 de octubre.
El contexto que enmarca el repudio. La visita ocurrió en medio del escándalo que salpica a José Luis Espert y tras una semana de fuerte tensión institucional, con el Senado nacional revirtiendo vetos presidenciales en educación y salud. Ese telón de fondo subió la temperatura política y elevó el costo de los errores de comunicación.
Impacto en la campaña. En clave santafesina, la jornada dejó tres señales: 1) la calle condiciona la logística (los actos abiertos exigen rediseño de riesgos y accesos); 2) el “ruido” nacional invade la agenda local y erosiona los mensajes proselitistas; 3) el oficialismo enfrenta una curva de aprendizaje en territorios donde la oposición tiene músculo social. La adaptación —formatos más acotados, tiempos precisos, vocerías técnicas— será decisiva para no regalar escenas que se conviertan en narrativa adversa. (Análisis propio con base en hechos verificados.)
Lo que sigue. Tras el recorte de actividades en Santa Fe, la continuidad de la gira se trasladó a Paraná para apuntalar la campaña regional. La pregunta abierta es si el oficialismo insistirá con caminatas abiertas en plazas y peatonales o migrará a esquemas semicerrados hasta pasado el 26 de octubre.