Comerciantes del centro santafesino denunciaron una secuencia de robos casi simultáneos en la Peatonal San Martín. Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles se sumaron dos ataques a locales, y aseguran que en la última semana ya contabilizan seis hechos.
El caso vuelve relevante ahora porque ocurre en el principal corredor comercial de la capital, con actividad extendida durante todo el día. Afecta a negocios, empleados y transeúntes en horarios diurnos y nocturnos, y reabre la discusión sobre patrullaje, monitoreo y coordinación entre Provincia (Policía y 911) y Municipio (Guardia de Seguridad Institucional y limpieza urbana).
Según testimonios relevados por AIRE, el último episodio se registró a las 2.45 de este miércoles: rompieron la vidriera de un local ubicado entre San Martín y Mendoza. Horas antes, otro comercio en el tramo sur —San Martín al 1800— sufrió un hurto. Comerciantes como Sandra y Fabiana describen un patrón que se repite: vidrieras violentadas, ausencia de patrullaje en la noche y franja de siesta sin presencia visible.
La preocupación no se limita a la madrugada. Hubo, señalan, un robo el domingo a las 13.30, en pleno movimiento por el Día del Niño. El cuadro se agrava, dicen, por la presión de costos —alquileres e impuestos— y por un invierno con más personas en situación de calle en el área. El reclamo central es operativo: más rondas, controles en bocacalles y respuesta rápida ante alertas.
Frente a esa demanda, para este jueves los comerciantes esperan un taller del 911 destinado a canalizar quejas y ajustar protocolos de aviso y respuesta. La clave estará en traducir esa instancia en medidas medibles: refuerzo de patrullajes en horarios críticos, verificación de cámaras activas y procedimientos claros para preservar escenas y facilitar detenciones.
En paralelo, medios locales reportaron detenciones en episodios recientes del microcentro tras el aviso al 911 y el apoyo de cámaras de monitoreo. Aun así, quienes atienden al público insisten en que la curva de robos se aceleró y que la disuasión nocturna es insuficiente. Piden un esquema coordinado y sostenido, no operativos puntuales.
Lo que viene dependerá de tres decisiones: si la Provincia reasigna patrullas al corredor en las horas más vulnerables; si el Municipio ajusta recorridos de la GSI, limpieza y mantenimiento de luminarias; y si el comercio organizado arma una red de alerta con protocolos compartidos. La respuesta en los próximos días marcará si la peatonal recupera previsibilidad o si el tema se instala como un problema de temporada alta en el corazón comercial de Santa Fe.