Mariano Puig: «Experiencia hermosa si las hay. Gracias a los chicos por regalarnos tantas sonrisas, momentos inolvidables y anécdotas que van a quedar en nuestros corazones con sus historias y bailes en el fogón.
Experiencias y actividades como estas son las que justifican tanto trabajo y sacrificio. Gracias a los «profes» Daiana Obregón; Yaneet Obregón; Mazi Bressello; Ignacio Izquierdo; Huguito Nagel por hacer tan bien su trabajo y sobre todas las cosas, ¡por hacerlo con tanto amor! Gracias a las mamás que se sumaron esa noche a ayudar y a los que fueron a presenciar el fogón porque no aguantaron las ganas de ver a los chicos felices. Gracias, muchas gracias y más gracias!».
Mazi Bressello: «¡Fue una experiencia inolvidable! Sinceramente gracias a todos los chicos por sacarnos sonrisas y hacernos vivir un momento único. Gracias a los «profes» también por la ayuda. ¡Gracias de verdad, a todos!».
Ignacio Izquierdo: «A mi tampoco me alcanzan las palabras para expresar todo lo que vivimos anoche, sin dudas fue una tarde/noche histórica que va a quedar marcada para toda la vida en todos y en cada uno de los chicos.
Se está construyendo algo muy grande y eso es gracias a todos los que de una u otra manera aportan día a día su granito de arena. A todos, gracias». Estas son las palabras del presidente del Club Atlético Cavour, y de la gente, emocionada porque con un enorme sacrificio se saca de la ruindad, por el milagro del amor a los chicos de Cavour, un club que ha sido gloria del territorio de Las Colonias.
Este puñado de obreros del milagro, le privan al señor de los olvidos de un tributo que enmudeció lánguidamente, entre corrales abandonados y pastizales de silencio.
Hoy lo reconstruyen, lo ponen de cara a la vida, quienes desde su corazón sacan los mejores sentimientos, quitan las cercas abandonadas, cortan los yuyales, transforman las descascaradas paredes en pintura fresca y colorida y ponen a brillar nuevamente el Escudo del Club Atlético Cavour en un rojinegro de luz que palpita su retorno a la existencia.
Torneo de penales, escuelita de fútbol, el sueño del voley, la experiencia de la colonia gracias al buen corazón y la generosidad del Club Atlético Sarmiento de Humboldt que puso su predio y su pileta de natación desde donde los chicos y chicas de Cavour jamás querían salir, son actividades cumplidas y a cumplir y el sueño de poder dar cine para los pibes con la merienda.
Mariano Puig, su presidente y el colaborador Omar Wider -foto- son dos caras visibles de un grupo de entusiastas habitantes, apoyados por un sinnúmero de personas buenas -no sólo de Cavour sino de toda la zona- que le ponen el alma al proyecto y lo sostienen incluso espiritualmente.
«Los pibes acá no tienen nada. Ellos son la razón del hoy y del mañana. Un grupo de jóvenes tiene el entusiasmo suficiente como para que el Club Atlético Cavour vuelva incluso a jugar en la Liga Esperancina de Fútbol. Y eso lo vamos a construir entre todos. Lo primero es reconstruir el club, para lo cual estamos haciendo todos los papeles de la personería jurídica» nos dice Mariano.
Plata llega, pero no alcanza y los pulmones que se ponen necesitan ese oxígeno. Por eso se ha planificado el homenaje a los campeones oficiales de la Liga Esperancina de Fútbol año 1970. Su única estrella grande. Los archivos de El Colono del Oeste sirven a la patriada. Y es así que el sábado 11 de abril será la cita con el baile de Morena´s Son y Luna Negra, de San Jerónimo Norte. Las tarjetas cuestan 160 pesos para la cena y hay que llevar cubiertos. Los menores de 10 años pagan 80 pesos.
Los teléfonos donde solicitarlas son: 495043, 481184, 15548187 y 0342 154637886.
Habrá inconvenientes. Molinos de vientos.
Piedras en el zapato. Pero como dicen los sabios: «si por cada perro que ladra te detienes a juntar una piedra, perderás el camino y no llegarás a destino».
Por los pibes, por el pasado de gloria, por amor a la camiseta, por la esperanza de nuevas alegrías e historias.
Bienvenido a la vida glorioso Club Atlético Cavour!
Daniel Frank