Matías De La Peña, camillero de 37 años oriundo de Santo Tomé, quedó en prisión preventiva tras ser acusado de defraudar a tres exparejas y a una amiga mediante préstamos y tarjetas de crédito obtenidos con engaños. La fiscal Yanina Tolosa detalló que las maniobras suman cerca de 70 millones de pesos y dejaron a las víctimas en grave riesgo financiero.
Durante la audiencia, las mujeres relataron los perjuicios sufridos en su vida económica y en su salud. Según la investigación, De La Peña se valía de su confianza para acceder a documentos y luego realizar operaciones en entidades bancarias a nombre de ellas. Además, reaccionaba con violencia verbal y amenazas cuando las damnificadas comenzaban a reclamarle.
La defensa, a cargo de la defensora pública Virginia Segado, pidió la excarcelación y sostuvo que los préstamos habían sido consensuados. Sin embargo, el juez Lazzarini valoró la pluralidad de hechos, la reiteración del mismo ardid y el impacto psicológico en las víctimas.
El magistrado concluyó que, más allá de la falta de antecedentes condenatorios, existía riesgo de entorpecimiento probatorio y de nuevas intimidaciones, por lo que resolvió dictar la prisión preventiva. La causa se perfila hacia un pedido de pena de cumplimiento efectivo, en un rango que podría llegar hasta los 24 años.
El caso abrió un debate sobre cómo las relaciones personales pueden ser utilizadas para fraudes financieros y sobre la necesidad de mecanismos de protección más efectivos para las víctimas en contextos de confianza y dependencia emocional.
