El caso conmociona no solo por el delito, sino por el vínculo que lo atraviesa: la víctima tiene 70 años, es jubilada, y el acusado es su nieto. La Policía de Investigaciones de Santa Fe detuvo a un joven de 22 años en el marco de una causa por fraude bancario, tras detectar movimientos sospechosos en una cuenta a su nombre, donde habían sido transferidos los fondos de la mujer.
La denuncia fue realizada el 27 de junio, cuando la mujer advirtió que le habían vaciado su cuenta. Según consta en la investigación, el dinero —unos 500 mil pesos correspondientes a su jubilación y aguinaldo— fue transferido sin autorización a una cuenta bancaria registrada a nombre de su nieto, identificado como D.R.
La fiscal a cargo del caso, Rosana Peresin (Fiscalía Nº 1 de Santa Fe), solicitó una serie de medidas urgentes. La PDI ejecutó una requisa en una vivienda de la zona de Víctor Luca y C. González de la Guardia. Allí no solo fue detenido el joven, sino que también se secuestró un teléfono celular perteneciente a su pareja, que podría aportar evidencia sobre cómo se realizaron las maniobras bancarias.
Violencia económica y confianza rota
Más allá del monto económico, el caso pone en el centro una problemática que muchas veces pasa desapercibida: la violencia económica ejercida sobre personas mayores, incluso dentro del ámbito familiar. La confianza, muchas veces, se convierte en un canal de abuso, y las herramientas digitales (como home banking y billeteras virtuales) agravan la vulnerabilidad de quienes no manejan con soltura esas plataformas.
El joven detenido fue trasladado a la Comisaría 7ma de la Unidad Regional I, donde permanece alojado a disposición de la Justicia. Podría enfrentar cargos por defraudación especial y hurto, delitos que, de probarse, contemplan penas de prisión efectiva.
Mientras la investigación avanza, la historia ya deja una huella dolorosa: una abuela que confió, un nieto que traicionó, y un Estado que, con suerte, podrá reparar apenas una parte del daño.
