El principio del fin del aislamiento obligatorio

El martes será la primera reunión para discutir qué actividades podrán retomarse. Quedó determinado que los bancos se sumarán a la lista de actividades esenciales.

El presidente Alberto Fernández recibió en Olivos a la cúpula de la CGT para comenzar a delinear cómo será la paulatina vuelta a la actividad a partir del 13 de abril, cuando finalice la cuarentena. En principio, resolvieron crear una mesa tripartita que también integrarán empresarios y especialistas del ministerio de Salud, quienes determinarán qué trabajos podrán retomarse y cuáles deberán seguir esperando dado que representan un riesgo potencial para los trabajadores. «Lo que se busca es una apertura pero sin olvidar de cuidar la salud de los trabajadores», subrayaron los dirigentes cegetistas. Fue una jornada agitada en Olivos. El Presidente también recibió a la Cámara de Comercio y a la conducción de la UIA, dos sectores ansiosos porque se habilite la reapertura de la actividad, todo envuelto en el clima de preocupación generado ayer en el Gobierno al ver las largas filas de jubilados que se formaron desde temprano en los bancos donde fueron a cobrar sus haberes. Luego de un día tan complicado, quedó resuelto que los bancos se sumarán a las actividades esenciales que funcionarán mientras dure el aislamiento.

En verdad, todos los rubros de la actividad económica ya ansían tener precisiones sobre la vuelta al trabajo. «Estamos planificando una salida gradual, escalonada, cuidadosa, siempre protegiendo a los mayores de 60 años, las personas que tiene condiciones de riesgo. Y esta salida tiene que ser organizada y ser realista», detalló temprano la secretaria de Salud, Carla Vizzotti, al ofrecer su reporte diario sobre el avance de la pandemia que al día de ayer quedó fijado en un total de 1.353 casos de infectados de Covid-19 y 42 fallecidos.

La CGT llegó a la quinta presidencial con la idea de transmitirle a Fernández un «total apoyo» a las medidas tomadas hasta el momento por el Ejecutivo, tal como detalló uno de los secretarios generales, Héctor Daer. No sólo en lo referente a la pandemia, sino también en cuanto a la protección del empleo. Luego de haber dictado la conciliación obligatoria en el caso Techint, con lo que obligó a retrotraer 1.450 suspensiones, el Gobierno firmó un DNU prohibiendo despidos por 60 días por causal de falta o disminución del trabajo en el marco de la crisis sanitaria. Un dato que destacaron durante la reunión fueron los 700 mil puestos que se perdieron en Estados Unidos en apenas una semana. «Acá se protege el empleo y la salud», respaldaron los dirigentes gremiales.

Quedó planteado que la obra pública será uno de los sectores que se buscará reactivar rápido luego del fin de la cuarentena. Ya estaba entre las actividades esenciales y ahora se le agregaron varias vinculadas: corralones, aserraderos, cemento. La manera acerca de cómo se hará, tendrá que ser discutida en los próximos días entre la UOCRA y los empresarios del sector. Está claro que en la vuelta los trabajadores deberán dividirse en varios turnos, de manera de no congestionar ni las obras ni el transporte. La cuestión de cómo hacer llegar a los trabajadores a sus lugares de empleo de una manera segura es uno de los puntos que más desvela al Gobierno. El otro secretario de la CGT, Carlos Acuña, deslizó que se habló de la posibilidad de sumar más trenes y colectivos para evitar los amontonamientos. Otra alternativa que se conversó en las reuniones de ayer en Olivos fue establecer horarios de entrada y salida de los trabajos fuera de las horas pico, para evitar la congestión en el transporte público.

Fernández recibió a la dirigencia sindical junto al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y el jefe de asesores Juan Manuel Olmos. Junto a Héctor Daer y Acuña se sentaron Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (Uocra), Víctor Santa María (Suterh), Antonio Caló (UOM), Armando Cavalieri (Comercio), Rodolfo Daer (Alimentación), Hugo Benítez (textiles) y Carlos Frigerio (cerveceros). Los sindicalistas reiteraron su ofrecimiento de poner a disposición del Gobierno los numerosos hoteles y campings de los gremios para atender las necesidades que eventualmente puedan surgir para atender a los enfermos por el coronavirus.

La mesa o comité de crisis que debutará el martes a la mañana -probablemente a través de videoconferencia- deberá trabajar en la salida paulatina de la cuarentena, con un ojo en las áreas de trabajo que conviene habilitar de manera de no complicar la cuestión sanitaria. Tanto en el sector empresarial como en el sindical hay preocupación por retomar las tareas cuanto antes para no poner en riesgo la continuidad de las fuentes laborales, pero en el Gobierno les recalcaron que no había que retroceder lo que se había logrado para detener la pandemia con todos estos días de aislamiento. Por eso propuso que cada sector acerque una propuesta de cómo podría ser la vuelta a la actividad.

Obviamente, fue imposible ignorar lo que estaba sucediendo en ese momento en las puertas de los bancos, un amontonamiento de personas mayores que generó el enojo de Alberto Fernández y de Santiago Cafiero. El reproche al titular del Anses, Alejandro Vanoli, fue no haber previsto que muchos jubilados no habían podido cobrar sus haberes porque a partir del día 20 de marzo habían cerrado los bancos y que ayer se juntaron en la puerta con quienes sí les tocaba, ademas de quienes se acercaron porque querían hacer algún trámite. Un caos.

Los dirigentes de la CGT comentaron que en Italia, pese al desastre que está ocasionando el coronavirus, los bancos permanecen abiertos. Incluso, el cervecero Frigerio expresó su contrariedad porque su rubro figure entre las actividades esenciales y no los bancos. Explicaron que también era un problema para la economía familiar. Por ejemplo, pusieron el caso de los 1.600 obreros que están trabajando en obra pública en Santa Cruz que no pueden enviar remesas de dinero a sus familias en distintas zonas del país porque no funcionan las entidades financieras.

Por eso, en el Gobierno resolvieron que los bancos pasarán a integrar la lista de actividades esenciales. A partir de hoy y en los próximos días ya tienen un cronograma armado para pagos a jubilados y a beneficiarios de la ayuda oficial, pero quedó determinado que las entidades bancarias no volverán a cerrar sus puertas en lo que queda de cuarentena, por lo que se dictará una nueva resolución al respecto.

 

 

 

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