La decisión de la Cámara Nacional Electoral de postergar su fallo sobre el pedido para quitar la foto de José Luis Espert de las boletas bonaerenses generó malestar en La Libertad Avanza (LLA), que ya considera improbable una resolución favorable antes de los comicios. En el Gobierno admiten que el retraso complica las chances de recomponer el mensaje de campaña y temen que el episodio afecte la performance en el principal distrito del país.
El intento de reemplazar el rostro de Espert por el de Diego Santilli, nuevo primer candidato de la lista violeta, quedó atrapado en los tiempos judiciales. La CNE decidió consultar a las demás fuerzas antes de resolver, un paso que los libertarios interpretan como un revés en cámara lenta. “No es que no haya tiempo físico, son los plazos de la Justicia los que nos dejan sin margen”, reconoció un funcionario nacional.
La figura del ex candidato, apartado tras conocerse su vínculo con el empresario detenido Fred Machado, vuelve a escena en el peor momento. En el entorno de Karina Milei predomina la preocupación por el impacto simbólico y electoral de mantener su cara en las boletas. “Es un golpe de imagen en una elección muy ajustada”, resumió uno de los armadores bonaerenses.
Santilli, por su parte, buscó mantener la calma. “Hay que votar la lista violeta, casillero uno, para seguir con las transformaciones del Presidente”, repitió en sus actos. Pero dentro del espacio reconocen que se trata de un escenario inédito y difícil de medir. La boleta, con un candidato que ya no compite, podría convertirse en un factor de confusión para el electorado.
Con el calendario electoral en marcha y los plazos agotados, el fallo de la CNE será determinante no solo para el resultado en Buenos Aires sino también para el clima político nacional. En los despachos oficiales asumen que el daño ya está hecho: el rostro de Espert quedó convertido en símbolo involuntario de las turbulencias que atraviesan a La Libertad Avanza.