Concejales de la oposición rafaelina volvieron a poner bajo sospecha las compras directas de la Municipalidad. En esta ocasión, apuntaron al subsecretario de Servicios Públicos, Juan Pablo Aversa, a quien acusan de proveer productos al Estado local mediante empresas de su propiedad.
El debate comenzó a fines de 2024, cuando el Concejo autorizó al intendente Leonardo Viotti a realizar adquisiciones directas de luminarias LED y otros insumos por más de 700 millones de pesos. En paralelo, Aversa habilitaba un comercio del mismo rubro, lo que despertó sospechas sobre un posible conflicto de intereses.
La controversia se reactivó esta semana con un nuevo pedido de informes, ahora referido a la compra de agua envasada. Según los concejales, la marca San Carlos —perteneciente a Aversa— está presente en eventos deportivos, foros de seguridad y dependencias municipales. “En los pasillos hay dispenser, pero en los papeles no figura ninguna facturación. ¿Quién lo hace entonces? ¿A cambio de qué?”, cuestionó el edil Maximiliano Racca.
En la sesión, la oposición exhibió fotografías y audios de funcionarios en los que aseguraban que la empresa de Aversa no proveía al municipio. Para los concejales, esas pruebas contradicen lo dicho por el secretario de Gobierno, Germán Bottero, y por el propio subsecretario.
“Quedó en evidencia que nos mintieron en la cara. Hay algo que no se está haciendo bien y queremos que lo expliquen”, señaló la bancada justicialista, que reclama conocer el mecanismo por el cual los productos llegan a la Municipalidad sin quedar registrados como una contratación oficial.
El oficialismo todavía no respondió en detalle al nuevo pedido de informes, pero insiste en que Aversa no es proveedor directo del municipio. La oposición sostiene que la situación revela un “modus operandi” para evadir la prohibición legal de vender al Estado mientras se ocupa un cargo público.


