Lo que debía ser una celebración del deporte juvenil se transformó en un episodio alarmante en la localidad de Franck. El jueves pasado, en el Club Atlético Argentino, se disputaba el «Clásico» entre las divisiones inferiores del equipo local y su eterno rival, Atlético de Franck. Sin embargo, al término del encuentro, lo que comenzó como una tarde de fútbol terminó en un acto de violencia que sorprendió a todos los presentes.
Según testigos, tras el final del partido, un padre, cuya identidad no fue revelada, irrumpió en los vestuarios y amenazó con un arma blanca al director técnico del equipo donde jugaba su hijo. El hombre, en evidente estado de alteración, sostenía un punzón, que utilizó para intimidar al entrenador. Un testigo describió la escena como «caótica», con gritos que provenían del vestuario y un clima de tensión creciente.
El arquero del equipo, en un acto de valentía, intentó intervenir para desarmar al agresor, logrando contener la situación momentáneamente. Sin embargo, el incidente escaló cuando el hombre persiguió al grupo hasta la salida del club y, antes de retirarse, apoyó el punzón en el estómago de uno de los presentes, profiriendo amenazas.
Infracción al Código de Convivencia
A pesar de lo preocupante del hecho, no se registraron heridos, aunque el susto y la tensión permanecen. El suceso fue caratulado como una infracción al artículo 64 del Código de Convivencia (Ley 13.774), y las autoridades locales se encuentran investigando las responsabilidades del caso. Aunque no ha trascendido cuál fue el motivo de la amenaza, se especula que podría estar relacionado con disputas internas en el equipo o desacuerdos sobre el rendimiento de los jugadores.
Tensión en el club y decisiones drásticas
El incidente no solo afectó el ánimo de los presentes, sino que también generó una crisis interna en el Club Atlético Argentino de Franck. Los entrenadores de las divisiones inferiores, en un gesto de protesta y preocupación por su seguridad, decidieron presentar su renuncia. Sin embargo, tras intensas negociaciones y ante el pedido de las autoridades del club, los técnicos aceptaron continuar en sus cargos bajo la promesa de recibir mayores garantías de seguridad.
El director técnico del plantel superior se ofreció voluntariamente para colaborar con las divisiones formativas, buscando «dar una mano y descomprimir» la tensa situación. Aun así, los entrenadores han dejado claro que, de no cumplirse las condiciones acordadas, su permanencia en el club está en duda, al menos hasta la finalización del presente campeonato de la Liga Esperancina de Fútbol.
Un contundente repudio del club
El Club Atlético Argentino de Franck no tardó en pronunciarse sobre el incidente a través de un comunicado oficial publicado en sus redes sociales. «Repudiamos rotundamente la acción realizada por una persona fuera de sus cabales», expresó la comisión directiva. El mensaje destacó que el comportamiento violento es inaceptable y va en contra de los valores que la institución promueve, como el respeto y la sana competencia.
Además, el club decidió aplicar el derecho de admisión, prohibiendo el ingreso del agresor a las instalaciones de la institución. «Hechos así manchan el trabajo de muchos padres que forman una subcomisión y que día a día buscan mejorar el bienestar de los chicos», concluyó el comunicado.
El desafío de mantener la convivencia en el deporte
Este episodio en Franck resalta la creciente preocupación por la violencia en eventos deportivos, especialmente en categorías juveniles, donde los valores de formación y camaradería deberían prevalecer sobre la hostilidad. Las autoridades locales y los clubes tienen ahora la difícil tarea de garantizar que situaciones como esta no se repitan, mientras intentan preservar el espíritu del deporte y la convivencia pacífica entre jugadores, entrenadores y familias.