Tecnoteca eligió cerrar su primer año de funcionamiento de una manera poco habitual: mostrando procesos, resultados y vínculos, todo en simultáneo. El evento “Tecnoteca 360”, realizado en el Galpón 13, convocó a más de 600 personas que recorrieron propuestas formativas, experiencias tecnológicas y producciones desarrolladas por jóvenes que pasaron por la institución.
La jornada se realizó luego de la entrega de diplomas a quienes completaron los trayectos formativos 2025. La apertura al público no fue solo celebratoria: funcionó como una demostración concreta de qué tipo de habilidades se están formando y con qué lógica. Impulsada por la Municipalidad de Rosario, Tecnoteca busca acercar a jóvenes al mundo del trabajo tecnológico desde una perspectiva aplicada, conectando aprendizaje, creatividad digital y demanda real.
“La idea fue abrir las puertas para que los rosarinos conozcan el espacio y lo que sucede adentro. Es un lugar público que queremos poner en valor, con infraestructura y contenidos de calidad para trabajar tecnología con juventudes”, explicó Marina Calleia durante la actividad. La propuesta se apoyó en una idea central: la inversión en tecnología y ciencia tiene sentido cuando se traduce en oportunidades concretas de formación.
El recorrido incluyó impresión 3D en vivo, experiencias con inteligencia artificial, videojuegos desarrollados por estudios locales y una muestra interactiva con figuras en tamaño real de referentes deportivos. También hubo una “Fiesta Silence”, podcasts en vivo, streaming con emprendedores de la ciudad y propuestas lúdicas aportadas por la Universidad Nacional de Rosario. En la explanada, una sunset con música electrónica y café completó la escena.
Más allá del despliegue, uno de los ejes centrales fue el Demo Day, donde se presentaron tiendas virtuales desarrolladas por jóvenes para emprendedoras locales. Accesorios, juguetes, licores artesanales y agendas fueron algunos de los proyectos exhibidos, resultado del trabajo de la segunda camada de estudiantes y de la primera formación de tutores del programa.
Esa figura de tutor marcó una novedad institucional: jóvenes que se habían formado el año anterior en comercio digital regresaron como acompañantes, tras capacitarse en liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. El esquema incluyó educadores especializados, acompañantes socioeducativos y tutores con experiencia en e-commerce, reforzando una lógica de aprendizaje entre pares.
El cierre del año dejó algo más que un balance positivo. Tecnoteca mostró un modelo que articula formación, producción y comunidad sin aislar la tecnología de su uso social. En un contexto donde la capacitación suele quedar desligada del mundo real, la experiencia apunta a otra cosa: aprender haciendo, con otros, y con un horizonte claro de aplicación.
